Las reservas internacionales del Banco Central continuaron ayer por la senda de la recuperación. Por segunda jornada consecutiva terminaron en recuperación, en U$S 40.422 millones, de acuerdo con la cifra difundida por la autoridad monetaria. Todo esto, en un escenario en que el que el dólar "blue" cedió siete centavos y cerró en una franja de entre $ 8,28 y $ 8,31 en Buenos Aires. "Hoy (lunes) no se están realizando operaciones (importantes), se mantiene la pasividad de negocios de la semana pasada y eso hace que afloje la cotización del dólar (subida del peso)", dijo un operador porteño a la agencia Reuters.

El mercado especula con que, en las próximas dos semanas, aparecerán con fuerza las divisas que liquida el sector exportador. En ese contexto, la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), entidades que representan un tercio de las exportaciones argentinas, ingresaron divisas por U$S 299 millones.

Consecuencias

Las variaciones en el stock de Reservas Internacionales (RI) reflejan el espíritu de la política cambiaria de los gobiernos, señala AMF Economía. Si se considera que se debe intervenir ante cualquier déficit (salida de divisas) o superávit (entrada) de balance de pagos, las RI disminuirán o se incrementarán en ese orden. Los gobiernos manejan las RI para estabilizar tipos de cambio, expresa la consultora.

¿Qué sucedió en los últimos 10 años en América Latina (AL)? Operó un proceso de acumulación de RI alimentado por una singular expansión monetaria de Estados Unidos. Este desequilibrio sobrevaluó peligrosamente las monedas de los países de AL e incitó al debate, dice AMF. Este proceso de crecimiento no ha sido homogéneo. Entre 2003 y 2007 se presenciaron desmesurados crecimientos de los activos externos de Brasil y Argentina (a un ritmo anual de 35%). Luego, entre 2008 y 2012 se produjo una "mayor mesura". El stock de RI de una buena porción de las economías (Brasil, Chile y México) se expandió a una tasa promedio anual superior al 15%. ¿La excepción? La Argentina, que perdió reservas a una tasa promedio anual de 1,3% en los últimos años. Factores exógenos y endógenos introdujeron miedos y corridas que, literalmente, "se llevaron puesto" al proceso de acumulación de Reservas Internacionales que había funcionado exitosamente entre 2002 y 2007. De no haber sido así, en función de la dinámica regional, en la Argentina podrían contabilizarse hoy U$S 96.000 millones en activos externos, cifra que, posiblemente, habría calmado los nervios de los agentes económicos y hubiese sido razón suficiente para no pensar en un férreo control cambiario ("el cepo"), dice AMF.